Todos distintos, pero tan iguales

TODOS DISTINTOS, PERO TAN IGUALES

Una noche como otra más
la cual la calle vacía estaba
un pájaro de mala andada
me vino a preguntar:

¿por qué la naturaleza,
a la que hay que amar,
esa que a todos besa,
nos quiere separar?
¿acaso no somos iguales?
¿tan distintos nos cree estar?

Yo camino por la noche,
aunque debo caminar,
no cuando la luna se ve,
sino cuando el sol luciendo está
y los rayos del éste lucero
a los lagos van a reflejar.

He caminado noches enteras
a veces sin respirar,
por creer que otros seres
me querían asesinar,
no me ha pasado nada
y nunca me va a pasar.




He hablado con otros tantos
que me querían cenar
y conversando seriamente
los pude ahuyentar,
de corazón les dije,
“dejadme con mi libertad”.

Y, ahora, obsérvame,
mirando a otro animal
que me oye como todos
que me quiere escuchar
que no hace nada
por quererme aniquilar.

Nadie me ha contestado
nadie me ha podido solucionar
esa duda que he tenido
desde que pude pensar,
¿podrías resolverme
esta paranoia sin par?

Mi cabeza no se hallaba,
estaba en un vacío mar
en aquel momento no podía hablar,
aquello a mi me pasaba:






El sol no ha hecho nada,
no lo quieras culpar
y la vida naturaleza
lejos de su mano está,
que muerta en esta guerra
solo la queda esperar.

Todos somos culpables
de la discriminación racial
de no querernos como hermanos
de no sabernos soportar.
No luchamos por la vida
sino, por querernos matar.

Todos somos iguales
aunque no lo quieran aceptar,
matándonos, y asesinando
nos queremos separar,
nosotros no somos distintos
pero eso nos hacen pensar.